Kanoutazos para el linchamiento a Cristóbal Soria a raíz del tema de "los balones" del pasado domingo en el partido Sevilla FC-Villarreal CF.
Pero los primeros responsables hay que buscarlos dentro del Sevilla FC, porque otras cosas muchos más graves han sucedido en los últimos años en el Ramón Sánchez Pizjuan y sin embargo se hizo la vista gorda.
Sin ir más lejos esta temporada el vestuario es un auténtico polvorín con jugadores que han dejado en varias ocasiones su profesionalidad por los suelos y sin que el propio club tomase ninguna medida al respecto en modo de denuncia o sanción.
Cristóbal Soria en la noche del pasado domingo fue cesado de su cargo por el Sevilla FC, y fue Gregorio Manzano el que pidió que se reconsiderase la decisión pues veía que el tema de "los balones" era una nimiedad al lado de otros temas disciplinarios que se han pasado por alto este año.
Finalmente el club accedió a la petición del entrenador y Cristóbal Soria permanecerá como delegado hasta el final de la temporada, cargo que viene ocupando durante los últimos once años.
Y el linchamiento gordo por parte de la prensa nacional ha venido después, pero seguro que al propio Cristóbal le duele esto menos porque cuando en tu propia casa te abofetean no hay que sorprenderse de que lo hagan todos esos que te están esperando desde hace tiempo.
Además, los palos que más duelen son las que recibes de los tuyos, esos que no te esperas.
El linchamiento a Cristóbal Soria es vergonzoso, pero antes de señalar y culpar a los de fuera, hay que buscar, y con todo merecimiento, dentro del propio Sevilla FC.
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